Incentivos perversos
Ahora que las redes sociales dan cuenta de que, al más puro estilo de la rebelión en la granja en la cual los cerdos decían que “todos somos iguales, pero algunos son más iguales que otros”, los aplaudidores profesionales que pidieron crédito piensan que están exentos de su pago. (Total, para eso están los que trabajan o, -peor- [aviso de sarcasmo] los que generan fuentes de trabajo porque solamente sirven para pagar impuestos so pena de azotes). Eso genera lo que se conoce como incentivos perversos.